La postura que mantiene Ludwig Hertling es en cierto sentido cuestionable, aunque en ciertas afirmaciones no sale de una realidad subjetiva ya que aventurarse a proponer hipótesis sobre la historia del pasado es aventurarse a una idea que culmina en el vacío. La historia sin duda es como una pieza del ajedrez, tienes que saber cuáles son los movimientos que hace cada pieza por poder ejecutar una acción. De igual modo la historia de las persecuciones de los primeros cristianos no fueron hechos provocados por la nueva ideología del cristianismo, como era concebido en aquel tiempo, sino que fue desatado por los mismos miembros de la corte imperial. Es preciso recalcar, que no estaba prohibido profesar nuevos cultos en Roma, prueba de esto es lo cosmopolita que era la Roma de los primeros siglos. Lo que es cuestionable es la razón por la que los primeros cristianos eran acérrimamente perseguidos y sobre todo los juicios que se les imputaba o el desarrollo del mismo. A éste respecto menciono lo que los Martirologios presentan. La veracidad de este documento se constata en la razón que es el único documento que presenta las verdaderas actas que los emperadores dictaban y que era anunciado por el secretario del mismo. Ahora bien, decir que los emperadores no fueron tan sanguinarios es erróneo porque algunos si manifestaban tal actitud, como es el caso de Nerón que acusó a los cristianos por el incendio en Roma, como lo menciona Tácito “Nerón condenó a los cristianos a ser arrojados a las fieras, los hizo crucificar y los quemó para que sirvieran de antorchas” e incluso prueba de esto es el escrito de Tácito. Algo que debemos de reconsiderar es lo siguiente: es que estas persecuciones no fueron sólo contra cristianos. Mucho antes de que entraran en la historia, el decreto “De Bacchanalibus” condenaba a muchos fieles de Dionisos a la muerte. En 297, cuando el cristianismo era tolerado, los maniqueos fueron perseguidos implacablemente y condenados a la decapitación o la hoguera; y sólo un poco más tarde los donatistas sufrieron una suerte parecida. Por tanto, los cristianos no fueron ni mucho menos los únicos perseguidos. Lo eran aquellas religiones que resultaban molestas al poder imperial.
Tampoco debe creerse el mito de que los cristianos necesitaran ocultarse, representado con el icono de las catacumbas. La realidad es que se documentan compras de tierras por comunidades cristianas en el siglo II, y se conservan documentos con procesos de comunidades cristianas en los tribunales romanos. En el mismo siglo, Justino regentaba una escuela cristiana pública en el centro de Roma. Queda claro que esa necesidad de ocultarse, que esa persecución por parte del Estado es un hecho puntual que si sucedió y que está basado en escritos o documentos veraces. Aunque para algunos historiadores o investigadores sobre la persecución de los primeros cristianos es un mito para los que tenemos fe es un hecho que marcó la historia y que prueba de ello son las conversiones en masas, como lo datan distintos documentos de esa época. Si hubo persecución. Si hubo hombres y mujeres que dieron su vida por defender su fe. Si hubo glorificación y alabanzas de santos humanos.
La postura que mantiene Ludwig Hertling es en cierto sentido cuestionable, aunque en ciertas afirmaciones no sale de una realidad subjetiva ya que aventurarse a proponer hipótesis sobre la historia del pasado es aventurarse a una idea que culmina en el vacío. La historia sin duda es como una pieza del ajedrez, tienes que saber cuáles son los movimientos que hace cada pieza por poder ejecutar una acción. De igual modo la historia de las persecuciones de los primeros cristianos no fueron hechos provocados por la nueva ideología del cristianismo, como era concebido en aquel tiempo, sino que fue desatado por los mismos miembros de la corte imperial. Es preciso recalcar, que no estaba prohibido profesar nuevos cultos en Roma, prueba de esto es lo cosmopolita que era la Roma de los primeros siglos. Lo que es cuestionable es la razón por la que los primeros cristianos eran acérrimamente perseguidos y sobre todo los juicios que se les imputaba o el desarrollo del mismo. A éste respecto menciono lo que los Martirologios presentan. La veracidad de este documento se constata en la razón que es el único documento que presenta las verdaderas actas que los emperadores dictaban y que era anunciado por el secretario del mismo. Ahora bien, decir que los emperadores no fueron tan sanguinarios es erróneo porque algunos si manifestaban tal actitud, como es el caso de Nerón que acusó a los cristianos por el incendio en Roma, como lo menciona Tácito “Nerón condenó a los cristianos a ser arrojados a las fieras, los hizo crucificar y los quemó para que sirvieran de antorchas” e incluso prueba de esto es el escrito de Tácito.
ResponderEliminarAlgo que debemos de reconsiderar es lo siguiente: es que estas persecuciones no fueron sólo contra cristianos. Mucho antes de que entraran en la historia, el decreto “De Bacchanalibus” condenaba a muchos fieles de Dionisos a la muerte. En 297, cuando el cristianismo era tolerado, los maniqueos fueron perseguidos implacablemente y condenados a la decapitación o la hoguera; y sólo un poco más tarde los donatistas sufrieron una suerte parecida. Por tanto, los cristianos no fueron ni mucho menos los únicos perseguidos. Lo eran aquellas religiones que resultaban molestas al poder imperial.
Tampoco debe creerse el mito de que los cristianos necesitaran ocultarse, representado con el icono de las catacumbas. La realidad es que se documentan compras de tierras por comunidades cristianas en el siglo II, y se conservan documentos con procesos de comunidades cristianas en los tribunales romanos. En el mismo siglo, Justino regentaba una escuela cristiana pública en el centro de Roma. Queda claro que esa necesidad de ocultarse, que esa persecución por parte del Estado es un hecho puntual que si sucedió y que está basado en escritos o documentos veraces.
Aunque para algunos historiadores o investigadores sobre la persecución de los primeros cristianos es un mito para los que tenemos fe es un hecho que marcó la historia y que prueba de ello son las conversiones en masas, como lo datan distintos documentos de esa época. Si hubo persecución. Si hubo hombres y mujeres que dieron su vida por defender su fe. Si hubo glorificación y alabanzas de santos humanos.