lunes, 27 de febrero de 2012

Monacato como fenómeno universal


Fenómeno Universal
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Monje: viene de Monachos, solitario; en los orígenes, el monasterio es la residencia de un monje.
Eremita o ermitaño: viene de eremos, desierto, designa al que vive en el desierto, lejos de los hombres.

Anacoreta: viene de anachorein, retirarse, irse al monte, significa al que ha dejado al mundo.
Cenobita (koinos bios) designa al que lleva una vida común organizada.
Abba o Apa: Padre, Abad o superior
Amma: Madre, Abadesa, superiora.

Monaquismo:
Estado de vida de todos los que dejan el mundo para entregarse plenamente a Dios. Toma dos formas principales: la vida solitaria (anacoreta) y la vida común.

Monacato:
Es la adopción de un estilo de vida más o menos ascético dedicado a una religión y sujeto a determinadas reglas en común.

En todas las religiones ha existido y existe, una manera marginal pero organizada de encarnar los valores  esenciales que se podrá denominar monacato. El monacato es un hecho antropológico antes de ser religioso. El monje es el hombre del encuentro con la divinidad… facilita el encuentro con Dios. Todo su quehacer está orientado a Dios.

Ascetismo: practica de abnegación y de renuncia de los placeres mundanos con el fin de alcanzar el más alto grado de espiritualidad, de intelectualidad o de autoconciencia. Proclamación de la profunda convicción de que en el hombre exista una profunda diferencia entre lo sagrado y lo profano y que estas dos realidades no se puede abordar de la misma manera. Es un hecho individual, la mayor parte de aquellos que se imponen esta disciplina han buscado siempre la compañía de otras personas inspiradas por el deseo de conseguir idéntica meta.

Ascetismo y monacato: fenómeno primario que en sus fases más elementales surge de la contraposición entre lo sagrado y lo profano.

Mucho antes de la aparición del cristianismo existían en la India distintas formas de vida monástica. El monacato es la más fiel expresión del genio religioso hindú, de su ardor impaciente en la búsqueda del ser supremo, en lo hondo de sí mismo, en lo hondo de todo, más allá de todo.

En el siglo V (a. C.), existía en la india un elevado número de monjes que no habitaban en monasterios, sino que caminaban de una parte a otra, mendigando de puerta en puerta el sustento diario. También existía el monje solitario que vivía en las profundidades de los bosques, oculto a la mirada de los hombres.

En el siglo V sucede la aparición de las reformas de Buda y Jina. Los dos enseñan a sus seguidores el camino de la renuncia monástica como el más indicado para ser seguidores perfectos de Buda o de Jina.


Se crea una organización comunitaria con la correspondiente Regla de Vida en la que se insiste mucho en la práctica de la Pobreza. La raíz última del monacato budista está en la creencia en la vanidad de todas las cosas, que no son sino apariencia y que constituyen la máxima dificultad que los hombres encuentran en su vida para salvarse en el mundo.

La originalidad del monacato budista consiste en la preocupación por evitar un enrolamiento definitivo en el círculo de las reencarnaciones. La preocupación del monje budista es saber morir a todo. La santidad budista se consigue por la aniquilación más completa de todas las facultades, por la victoria sobre el sufrimiento que lleva a la quietud y al reposo definitivo.

Los Padres del Desierto, en los orígenes del monacato cristiano, hablan de morir a todas las cosas para llegar a la apatheia, al reposo definitivo que es la antesala del paraíso. Solamente el cristianismo conoce un Dios personal con quien el cristianismo puede estar en diálogo. En esta perspectiva, el ascetismo tiene como finalidad eliminar los obstáculos que impiden el encuentro entre Dios y el hombre.

El monacato en todas las religiones:

- Organización de la propia vida en una cierta separación del mundo y de la sociedad.
- Continencia o virginidad que en los monacatos más desarrollados se promete de por vida.
- Preeminencia concedida a la oración (lectura de textos sagrados, sacrificios rituales…) en la organización de la vida de cada día.
- Practicas penitenciales que comportan una austeridad habitual que implica momentos especiales de sacrificio personal, ayuno, abstinencia de carne o vino, flagelaciones…
- Sujeción a una regla de vida, que es imprescindible en el monacato comunitario, pero que también existe para los monjes solitarios.
- Sumisión a un superior, cuyas atribuciones están bien delimitadas en las reglas o a los directores espirituales a los que se acude en demanda de vida personal.
- Pobreza: despojo voluntario de los bienes materiales para vivir en la mendicidad o del propio trabajo, cuyos frutos se ponen en común.
- Tiempo de iniciación o noviciado, a fin de que el candidato se instruya y demuestre capacidad para abrazar el estilo de vida.
- Vestido diferente o hábito monástico, también del rasurado: es distanciamiento moral respecto al modo habitual de vida de la sociedad circundante.
-Sistema penitencial para quienes quebrantan la normas de conducta del grupo.

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